PERIODO 1944 a 1980, vigencia de la Socialdemocracia
Supongamos un país llamado (A), en él hay trabajadores asalariados, empresarios, trabajadores autónomos, parados, funcionarios, etc, es un país normal, como los que conocemos. Supongamos también, que sólo tuviera un banco. Todos los sueldos, ahorros de las familias, ganancias o beneficios de los empresarios, etc, estarían en el banco. Además, lógicamente, todo el mundo por tener el dinero en el banco querría cobrar el máximo interés posible. El hecho de que el banco tenga que devolver su dinero a los ciudadanos, más una cantidad de intereses, obliga al banco a tener que especular con el dinero depositado para tener unas ganancias con las que poder pagar el interés a los ciudadanos y quedarse el banco con un beneficio, pues no olvidemos que el banco es una empresa como otra cualquiera que debe cubrir sus gastos y remunerar a sus accionistas. Cuando digo banco también hay que entender compañías de seguros, entidades de fondos de previsión, etc, etc. Todas las entidades financieras.
La cantidad de masa de dinero existente en este país (A), guarda una relación con el nivel de actividad del país, de forma que si los negocios van bien, hay trabajo, y todo es prosperidad, los beneficios, masa salarial, ahorro de las familias, serán mayores que si hay depresión, paro, etc. En este caso la mayor masa salarial se corresponde con un mayor nivel de actividad del país, y caso contrario si las cosas van mal.
La masa financiera de los beneficios empresariales, ahorros familiares, etc, es lo que corresponde a la economía financiera, especulativa, diferenciándola de la economía real o productiva, y esta masa financiera está en manos de instituciones financieras.
La masa financiera del país es una importante cantidad de dinero que sirve para impulsar negocios y estimular la economía real. Siempre había una relación o correspondencia entre la cantidad de masa financiera y el estado o nivel de actividad de la economía real.
Esta relación entre masa financiera y economía real es lo que permitió la existencia y eficacia de la economía keynesiana, base y fundamento de la socialdemocracia. El gobierno actuaba sobre la masa monetaria, los tipos de interés, políticas presupuestarias, etc., incluso, había un sector público que posibilitaba políticas correctoras interviniendo en el desarrollo de la economía, permitiendo la práctica de políticas socialdemócratas, incluso se desarrolló la llamada planificación indicativa por parte del Estado. Esto es un ejemplo muy rudimentario y elemental de cómo funcionaban los países hasta la década de los ochenta del siglo pasado.
Se decía que la economía estaba en un punto de equilibrio estable en el país, cuando los precios de todos y cada uno de los productos del país se mantenían constantes para la masa monetaria en circulación y el nivel de paro existente. El gobierno debía reducir al máximo, el nivel de paro sin aumentar el nivel de precios para evitar la inflación etc, etc. Esto era la economía keynesiana.
La actuación especulativa de las entidades financieras se realizaba fundamentalmente en la Bolsa de Valores, conocida también como Mercado de Capitales. En la bolsa se invertía pensando en los dividendos que las empresas generaban, esto es, en la rentabilidad de las empresas, la relación o correspondencia entre economía financiera y la economía real se mantenía.
PERIODO 1980 a 2011, fin de la Socialdemocracia
Es a partir de 1980 que tienen lugar tres importantes acontecimientos que van a incidir en la sociedad económica y social.
-El importante crecimiento de la tecnología que aumenta considerablemente la productividad del factor trabajo. La ampliación de mercados es necesaria y por ello, la sociedad de consumo necesita profundizarse y ampliarse.
-El desarrollo de la informática que anula las distancias en el espacio y en el tiempo, pudiendo transferir a la velocidad de la luz cualquier cantidad de dinero de un punto de la tierra a otro, facilitando la especulación. Las fronteras se hacen más difusas.
-La aparición de importantes masas de dinero que pululan en el espacio buscando un lugar para asentarse.
Estos tres acontecimientos han producido dos consecuencias: la primera, el crecimiento mundial de masa financiera en dólares ha inundado todos los países como un tsunami, invalidado las teorías keynesianas y volviendo a la economía clásica capitalista liberal, imposibilitando el desarrollo de la socialdemocracia, y, la segunda, la separación entre economía financiera especulativa y la economía real productiva, ahora ya no están relacionadas las masas fiduciarias con el nivel de actividad de un país. Nace la nueva economía de casino por el juego especulativo en que se ha convertido la economía.
Es importante diferenciar las dos consecuencias y hoy no se hace. De la primera se deriva que la economía funciona en el mundo como un barco a la deriva, perdido y sin cartas marinas que lo guíen, ya no existe la posibilidad de manejar medidas keynesianas y sus parámetros carecen de eficacia. De la segunda se deriva la tremenda especulación financiera que ha producido la crisis actual. Hoy los gobiernos y economistas tratan de resolver la crisis, y se olvidan que ya no tienen normas para aplicar porque Keynes ha sido enterrado.
El objetivo a conseguir es volver a la situación en que puedan aplicarse las medidas keynesianas y a la vez se podrá arreglar el problema de la crisis.
El crecimiento de la masa financiera se debió a los petrodólares, el mantenimiento del permanente déficit americano, a los gastos de guerra de USA en el mundo, al mantenimiento del dólar como moneda de pago del petróleo y como moneda internacional de referencia, a los multimillonarios fondos de inversión y de pensiones, etc, etc, producto de todo ello, es la aparición de billonarias masas de dinero especulativo que se instalan en un país buscando la máxima rentabilidad y huirán a otro en cualquier momento, en busca de mayores rentabilidades.
El problema nació en 1944 y dura hasta nuestros días, es mucha la porquería que el mundo ha tragado de los EEUU para que se pueda arreglar en un día. Durante todos estos años EEUU ha exportado su inflación al mundo, era muy fácil resolver sus problemas internos echando mano a la manivela, fabricando dólares sin contraprestación alguna.
Cuando un país tiene su nivel de actividad y nivel de masa monetaria adecuada con su estructura de precios correspondiente, está en un punto de equilibrio estático, y si recibe un aporte billonario especulativo procedente de otro país, se produce una alteración entre las magnitudes macroeconómicas que le mueve el punto de equilibrio. Cuando se retira a otro país la masa de capital visitante, el país queda desestructurado.
Esto es lo que ha pasado en todo el mundo capitalista. El crecimiento del capital financiero especulativo ha sido tan grande que ha hecho que las teorías keynesianas no tengan aplicación. Se ha vuelto a la economía clásica liberal representada por Friedman y seguidores. Se ha llegado al caso paradójico de que un país esté sumido a la vez en inflación y en estancamiento, lo cual es impensable en el keynesianismo.
La historia económica enseña que absolutamente todas las grandes crisis han sido causadas por la especulación y sus consecuencias son conocidas por todo el mundo.
PERSPECTIVAS y SOLUCIONES
El problema es difícil de arreglar entre otras razones por su antigüedad. EEUU impuso desde 1944 el dólar como divisa internacional y depósito de valor, lo que significaba su validez y eficacia equivalente al oro. Han inundado el mundo con su moneda y ahora China y otros países solicitan su sustitución por otra unidad de cuenta. Este planteamiento lo defendía Keynes en 1944, pero no salió adelante. No se puede devaluar el dólar a su justo valor porque significaría la pérdida de valor de la mayoría de los depósitos de importantes países, por ello su solución debe ser pausada.
Es importante tener en cuenta que el problema al ser global exige soluciones globales y no nacionales. Si las medidas se adoptaran en un sólo país, el capital huiría a los países que no adoptaran los acuerdos.
La economía real productiva debe primar sobre la economía financiera especulativa que ha creado la economía de casino. Para ello habría que tomar tres medidas:
- Gravar los movimientos internacionales especulativos de capital. Son billones de dólares que diariamente cambian de país con carácter especulativo. El problema es definir ante una transferencia concreta si es de carácter especulativo o no. En cualquier caso es un tema que habría que normalizar internacionalmente pero tendría solución.
- Crear un impuesto sobre los resultados de inversiones cuyo tipo sea inversamente proporcional al tiempo invertido en un activo. Hay billones que se invierten en valores y a los diez minutos se venden para ir a otro valor y seguir especulando. Aunque habría que estudiarlo, a manera de ejemplo, si un dinero se invierte y se vende antes de una semana, el 99,8 % de las ganancias se las queda el estado, y así variaría el tipo impositivo en función del tiempo que quedara invertido el capital, hasta llegar a un tipo normal. De esta manera se dificultaría la alegre especulación y la bolsa pasaría a ser un mercado de capitales y dejaría de ser un casino.
Es cierto que estas medidas afectarían al nivel de actividad, pero, es dentro de esta idea que habría que profundizar en la solución, es la regulación de los mercados.
- Persecución de la defraudación fiscal y eliminación de los paraísos fiscales.
En fin, todas estas medidas no cambian el sistema económico, seguiría siendo capitalista aunque con ciertas restricciones, y por ello no se eliminarían los ciclos económicos, si bien tendrían sus oscilaciones más planchadas. No cabe duda que frenar la vorágine especulativa implicaría cambios en el sistema bancario y crediticio, lo cual a mi entender no es nada pernicioso. Hay posturas que defienden incluso, la eliminación de la bolsa como mercado de capitales, depende de posturas más o menos radicales.
Desde el punto de vista teórico de la Economía Política, sólo se ofrecen dos posibilidades: Capitalismo o Socialismo. El Capitalismo plantea dos posibilidades: Liberalismo o Socialdemocracia. En la sociedad occidental el socialismo práctico no existe dado que la ciudadanía está sumida en la sociedad de consumo y la conciencia de clase se ha difuminado, sólo existen escuelas de pensamiento socialista. La diferencia entre derechas e izquierdas en el plano político, hoy día es puramente banal, anecdótica. No hay diferenciación sustancial en sus planteamientos de economía política.
Los partidos socialdemócratas deben plantear medidas que vayan orientadas a reconducir la economía hacia postulados keynesianos, y ésto lo deben hacer a nivel global y no sólo nacional.
No debemos caer en la ingenuidad de pensar que estas medidas son fáciles de implantar por presión racional exclusivamente, como se ha visto últimamente desde el G-8 y el G-20. Los poderes económicos lo impiden y sólo será posible si hay presión por parte de ciudadanos que sufran las consecuencias de la crisis, y para ello todavía falta mucho.
Entonces, el problema se reduce actualmente a qué se puede hacer a nivel nacional y de forma aislada.
Pues bien, a largo plazo tener clara la idea de cuál debe ser la forma de organización social y económica, y a corto plazo, tener cuidado en no hacer estupideces en nombre del keynesianismo, y no caer en formas caritativas de ayudas sociales que la mayoría de las veces constituyen un fraude social y conocer las consecuencias de lo que se hace.
Finalmente asegurar que con las medidas que actualmente se están implementando, no se arreglará la situación económica, y desde luego, durará años salir de la estanflación si no se recae en una nueva crisis.
Fernando Merino
agosto de 2011
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